Porque nunca se entendió la labor de Patitas Tolhuin.
Nuestra ONG, fue creada en el 2016, somos un grupo de vecinos que ayudaban a callejeros de manera individual y decidimos unir fuerzas para hacer una causa en común.
Los primeros años fueron durísimos, levantamos de las calles muchísimas camadas de cachorros, muchos murieron por los parásitos, buscamos de debajo de la nieve otros tantos que no sobrevivieron.
Sin ningún apoyo y con nuestros vehículos salíamos en caravana a la ciudad de Río Grande donde Zoonosis nos castraba los animales, sin importarle a que ciudad pertenecían.
Volvíamos con nuestros autos detonados de materia fecal, sarna, vómitos o piojos, sin olvidar los parásitos por las aguas servidas de muchos barrios.
Pero muy de a poco y casi sin darnos cuenta, comenzamos a ayudar a perros y gatos con familias; en un 90 % podemos decir que eran familias irresponsables.
Salimos corriendo con llamadas como “Bobi se está muriendo, necesito ayuda; hace 10 días que no come”
Atropellaron a mi perro, pero no tengo plata ni amigos ni vecinos que me quieran llevar a un vete, ¿me lo llevas?
Siempre al pie del cañón poniendo el cuerpo, el vehículo y el dinero.
Se cambió la gestión y se charló en trabajar en conjunto, se hicieron tantas reuniones, que hasta era agotador el solo vernos las caras.
Siempre dimos nuestro punto de vista, los métodos de trabajo que nos resultaron.
Pasaron los años y logramos como ONG sacar a muchos perros de las calles, la zona del centro fue la más notoria.
Pero todo fue decayendo, de parte de Zoonosis sólo encontrábamos 'peros'; para castrar un perro callejero teníamos que ir a firmar; un vecino no podía llevar al callejero de su cuadra porque si no se lo chispeaban a su nombre.
De a poco se fue debilitando la poca colaboración que habíamos logrado.
Salieron a perseguir a los vecinos que alimentaban a los comunitarios (así se llaman a los perros que viven en una misma cuadra y son alimentados y cuidados por los vecinos).
El discurso era: la ordenanza dice que si lo alimentas es tuyo.
A lo que la ordenanza también dice:
(…) Los animales capturados en la vía pública serán alojados en dependencias municipales por 72 has…
Hasta que se puso en tabla el tema Refugio, salieron todos a opinar, sobre todo una parte de la población y fuimos atacados por nuestra postura NEGATIVA AL TEMA.
¿Alguno se preguntó o escucho la explicación de por qué no? Les damos un breve resumen:
Para crear un refugio se necesita:
Un establecimiento lejos del ejido Urbano (por el tema ladridos)
Que cuente con agua potable
Calefacción
Caniles cubiertos con pisos de cemento para que puedan ser limpiados con mucha agua
Sereno
Veterinario 24 hs
Sala primero auxilios
Refugios separados para cachorros y adultos
Lugar de cuarentena para los recién ingresados (prevenir contagios en la población)
Personal mínimo indispensable 24 x 7 para encargarse de las labores que conlleva.
No tener una población que supere la cantidad efectiva de alimento diario. (esto significa que si tienes para alimentar efectivamente a 10 animales por día no podes tener más de esa cantidad)
Leímos todo tipo de críticas, como aquellas que decían, que armen el refugio que los vecinos vamos a colaborar en llevar alimento y cuidarlos.
Ahí nos miramos y reímos, ya que nadie nos ayuda con tránsito para cachorros o cuando pedimos colaboraciones para alimento.
Son tan pocos los que dan una mano, que nos parecía increíble leer estos comentarios.
Y no dejemos pasar lo que trabajamos en plena pandemia. Porque no sólo la gente quedo sin comer por no poder salir a trabajar; sus animales también.
Armamos una cadena según núm. De salida de DNI logramos hacer llegar comida, llevar perros al veterinario.
Hoy escribiendo esto nos sentimos más que orgullosos de la tarea en un momento tan delicado para toda la población.
Hicimos durante 3 años consecutivos concientización y sensibilización en las escuelas, donde participaron en las charlas médicos, veterinarios y parte del voluntariado de la ONG.
Llegamos al 2023, agotados, saturados.
Las quejas de la gente por no salir a salvar su problema inmediatamente, porque no se animan a denunciar a su vecino que maltrata hace años a sus animales; porque van a zoonosis y no tienen respuesta.
Se comunican a nuestros números personales exigiendo ayuda, cuando todos saben que no somos veterinarios. Se cuestiona nuestro accionar y sobre todo nuestra vida personal.
Con zoonosis se volvió un problema tras otro, éramos consultados por temas como…
¿castramos a esta perra de la calle?
¿necesitamos transito?
¿pueden atrapar a este perro?
¿En serió? Chicos es su trabajo, a ustedes les pagan por ocupar ese lugar, nosotros somos voluntarios, actuamos cuando podemos y si no podemos, no es excusa para que ustedes no hagan su trabajo.
Así que hace aproximadamente 2 meses decidimos pausar nuestra labor.
Para que cada uno se haga cargo de la parte que le corresponde.
Pero no sirvió de nada, las quejas y los pedidos siguieron llegando a las redes (aunque en su mayoría no fueron respondidas)
Tenemos una dirección de Zoonosis sin director, sin jefe, sin veterinarios.
Nadie castra, nadie vacuna, nadie responde a nada.
Los barrios se volvieron a llenar de cachorros, hay un montón dando vueltas.
Los B° 9 de octubre y B° Provincias Unidas son los más visibles.
Pero eso no lo ven.
Eso no lo recorren.
Nadie se baja de la camioneta a golpear puertas y preguntarle al vecino de quien es el perrito que está dando vueltas.
Nos volvimos a reunir, nos pidieron recomendaciones de trabajo, le presentamos todo por nota y seguimos a la espera.
Mientras tanto todo se sigue descontrolando.
Como ONG y decidimos reactivar las redes; pero no vamos a correr a hacer el trabajo de nadie más.
Eso sí, como no logran visualizarlo vamos a salir a mostrarles lo que está pasando.
A punto de cumplir 7 años de trabajo podemos resumir que participamos activamente en:
1000 castraciones
500 adopciones
Más de 1 millón de pesos en gastos veterinarios.
Sólo queremos un estado presente, el compromiso de los vecinos con sus mascotas y el acompañamiento de todos.
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