Nuestra hermosa Pelusa, nos ha dejado.
Para los que no recuerdan su historia:
Nos dieron aviso que fue atropellada en el B. Islas del Sur, fuimos en su rescate.
Al día siguiente en la mañana la llevamos a Río Grande. Estuvo internada unos 16 días aproximadamente, en su estado crítico, la llevamos a un tránsito en la ciudad, para que este cómoda, mimada y siempre cerca de la Vete.
Anoche empezó con sus dolores, se hizo larga la espera hasta hoy a la mañana.
Vuelta con Pelusa al vete.
Pero Pelusa, ya no tenía más chances.
Su avanzada edad, su abandono por parte "del humano" (porque a eso no se le llama familia); el atropello y posterior abandono dejaron sus huellas.
No sólo no movía sus extremidades, sino que también sólo comía si le levantaban la cabeza.
Ahí es donde priorizamos la calidad de vida y si bien su nueva familia apostaba a realizar cualquier tratamiento que pueda ayudarla, ella ya estaba muy cansada.
Fue llevada a la vete y no se la dejó sola hasta que sus ojitos cansados se cerraron para siempre.
El abandono es lo más doloroso.
Que pases por arriba a un perro y no te importe frenar.
Que coma basura, tome agua cloacales. Eso es doloroso.
Nos quedamos con su imagen, acompañada, cuidada, aunque esto solo lo pudo encontrar en la recta final de su vida.
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